Penúltimo brillante paso mediante una grandiosa victoria (2-1) ante el Real Oviedo en el duelo directo para llegar a las posiciones de privilegio en un Estadio de Gran Canaria que registraba un lleno histórico desde la última reforma, llegando a albergar aproximadamente a más de 30.000 espectadores en la noche del pasado sábado día 21 de Mayo en el partido más determinante jugado desde aquel 21 de Junio de 2015, última vez que ascendimos a Primera División.
Expectación, cánticos y muestras de ilusión, horas antes del comienzo del encuentro en el que se abría paso la guagua del equipo que pasaba por la calle Fondos del Segura, años después de que lo hiciera por última vez en un derby contra el Tenerife. Pero de aquella vez a ésta, hay mucha diferencia porque este sábado de mayo parecía que se trataba del Día del Ascenso.
Xavi García Pimienta planteaba el encuentro recuperando a los dos laterales titulares, Álvaro Lemos y Sergi Cardona. Por lo demás, repetía los titulares invictos en los anteriores nueve partidos. Antes del comienzo del encuentro se hacía un reconocimiento a los ex-jugadores de aquel histórico equipo que logró el campeonato de España juvenil hace justamente 50 años, en 1972. Se cantaba el himno popular, "Amarillo es mi color" dibujando un precioso mosaico que en la parte alta de la Grada Sur del estadio, decía: ¡¡¡ GANAR !!!. Bajo estas palabras, ondeaba en Sur junto a otras en Naciente y Curva, la impresionante bandera de Sergio Maccanti de Amarillos por el Mundo, uno de los principales artífices de esos momentos tan inigualables del mosaico. Por último, también se guardaba un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del ex jugador de Las Palmas Atco., el señor Pepe Almeida.
Y, comenzando el partido, a los pocos segundos, un balón en profundidad de, quién si no, JonathanViera21, que ponía un balón en profundidad hacia Jesé que un segundo antes solo vislumbró desde su asiento, esta vez en la grada Sur, el señor EternoValerón21 profundizando en banda derecha para asistir hacia Sadiku que no llegaba a conectar por muy poco. Comienzo trepidante del conjunto amarillo que hacía que en el minuto 3, el guardameta Femenías, amigote del polémico colegiado para la UD, Saúl Ais Reig, empezara a perder tiempo para empezar a indignar a la afición que rápidamente recriminaba al cuestionado árbitro que se acercaba al portero a hacer el paripé con una advertencia verbal. En el minuto 5, la UD iba a botar, por mediación del 21, una falta algo lejana y el lanzamiento cogería portería con un bote previo pero que no sorprendería al cancerbero oviedista. Tan solo un minuto después, el Oviedo iba a subir rápidamente el balón y Borja Bastón en vertical, disparaba muy duro a la portería de Valles y su tiro era rechazado con la manopla hacia el punto de penalti donde se encontraba Borja Sánchez que en un segundo intento, batía a Valles, poniendo el 0-1 para sorpresa de nuestra querida afición que llenaba el estadio y unas cuantas miles de pantallas más de lo habitual en las islas y en el planeta; así y todo, la afición respondía con aplausos de ánimo confiando en la remontada. Enseguida, respondía la UD a través de Kirian que intentaba un nuevo francotiragol en un balón que enganchaba fuera del área pero su disparo se iba a marchar rozando el palo cuando medio estadio lo veía dentro. Se palpaba que el gol del empate podría llegar pronto. El Oviedo cortaba la propuesta de la UD a base de faltas, perdiendo descaradamente tiempo para sacar de puerta, de banda y de todo lo que se pudiera, como era de esperar, aunque las tarjetas amarillas no llegaban y el conjunto asturiano tenía la sensación de barra libre hasta que le iba a caer un jarro de agua fría después de un saque de córner que ponía el propio 21 para enviarlo al punto de penalti buscando a Sadiku, y el balón lo sacara in extremis de cabeza Dani Calvo y el del Sobradillo, Alberto Moleiro, la enganchara con el alma de volea pegada al palo, esta vez y de una vez por todas, el tinerfeño la mandaba al fondo de las mallas de la grada Naciente besándose el escudo del equipo representativo de jugadores nacidos en las Islas Canarias, nuestra amada Unión Deportiva Las Palmas. El SÍ SE PUEDE habitual y además, por primera vez en mucho tiempo en el estadio sonaba el PÍO-PÍO, que ponía la piel de gallina de la afición congregada viendo el encuentro. Así, se relajaba un punto nuestra querida UD y el Oviedo al contragolpe a través de un activo Borja Bastón por banda izquierda le servía un balón franco en el primer palo al uruguayo Brugman y su envío a portería, se marchaba fuera por poco. Respirábamos y pasábamos a la pausa de hidratación. Reaccionaba el conjunto amarillo y Jesé era objeto de dos faltas, ambas merecedoras de cartulina pero Ais Reig no estaba por la labor de sancionar a los jugadores oviedistas; la indignación de la afición se hacía patente y el colegiado lo notaba; tanto que después de prolongar escasamente tres minutos, en la última de la primera mitad, el nigeriano Mfulu, que se batía en el centro del campo con quien se terciara, iba a ser cazado y, gloria, gloria aleluya, llegaba la primera tarjeta para el Real Oviedo. Se llegaba al descanso del crucial encuentro con (1-1).
Comenzaba la segunda mitad y nada más comenzar, tras un centro desde la derecha, el balón rebotado le llegaba a Moleiro dentro del área pero, sin querer, le tocaba primero en las manos, no pudiendo finalizar el posible segundo gol. Jesé, muy activo, lo intentaba centrando haciendo trabajar a Femenías y, en otra ocasión forzando córner tras su tiro rechazado por un defensa. También el Oviedo pedía cartulina para Álvaro Lemos después de una falta que, ciertamente la debió haber mostrado. En nuestra zaga, aparecía una y otra vez para poner orden, Eric "DonSan" Curbelo y en un contragolpe, en el minuto 61, el balón le llegaba franco en el pico del área al de La Feria y el mago era capaz de meterse hasta la cocina a pesar de la carga de los defensores oviedistas y cuando parecía que la jugada ya se perdía, sacaba la varita ante la salida de Femenías y casi sin ángulo, iba a colársela con astucia y delicadeza entre el portero y el defensa de manera única (2-1), (SE CAÍA EL ESTADIO), la obra maestra se oía en las ocho Islas Canarias y parte del extranjero, algo ocurrió en Gran Canaria a las 22:21 de la noche (marcaba el único, el verdadero, el inimitable grancanario, el 21, Jonathan Vieeeeraaaa para Las Palmasss). Apoteosis, ilusión y la ola del público en el Gran Canaria después de mucho tiempo. Cambios por partida doble en ambos conjuntos; en la UD salían Sadiku y Jesé con molestias en un hombro para que entrasen Rober y el grancanario, Rafa Mujica. El Oviedo tenía que ir a por el empate sí o sí y los nervios afloraban en Raúl Navas que fallaba y Borja Bastón se encontraba en la cobertura a un renovado Álvaro Lemos que nos salvaba del peligro del goleador madrileño del Oviedo. Segunda pausa de hidratación en el minuto 75, el tiempo parecía correr a nuestro favor y se palpaba un buen presagio como resultado final. En el minuto 77, salía del terreno de juego, muy ovacionado, Alberto Moleiro que había jugado un gran encuentro además de haber logrado el gol del empate para allanar el camino hacia la remontada. Ahora era la UD la que trataba de cortar el juego también con alguna que otra falta merecedora de tarjeta que tampoco mostraba Ais Reig (la ley de la compensación con respecto a la primera parte). También lo intentaban unos activos Rober y Mujica que habían entrado de refresco. Cuco Ziganda apuraba los cambios en el conjunto asturiano, otra vez por partida doble y Xavi García Pimienta en la UD en el minuto 86, le iba a dar el merecidísimo reconocimiento al jugador del partido, al 21, el estadio en pie y muchos espectadores haciendo la reverencia a Viera, aclamaciones de Vieeeeraaaa, Vieeeeeraaaaa, aplausos, nueva apoteosis; en su lugar entraba el aldeano Benito Ramírez que cumplía su partido 100 con la camiseta de nuestra queridísima Unión Deportiva. Con el tiempo cumplido, Fabio le iba a poner un balón en largo a Rober que iba flechado hacia portería pero el francés Cornud lo iba a agarrar fuera del área siendo el último jugador y, aunque Rober lograba tirar con dificultad; Ais Reig señalaría la falta con la consiguiente roja directa y expulsión. A pesar de los cinco de añadido, el público parecía llevar en volandas a nuestro equipo y no ocurría nada más de destacar. Victoria, emoción, alegría, esperanza y sensación de poder alcanzar el sueño tras diez partidos invictos después de ocho victorias y dos empates.
Ahora, el Domingo 29 de Mayo a las 19:00 h (hora canaria) en El Molinón una victoria o un empate ante el Sporting de Gijón nos clasificaría automáticamente para la promoción de ascenso, pudiendo clasificarnos como cuartos, si no ganan Girona y Tenerife, o quintos si falla alguno de los dos, o sextos, si puntuamos pero Girona y Tenerife también ganan.
¡¡¡¡Riqui raca, sinbon, baca; sinnnn, bonnnnn, báaaaaaaa; hurrá, hurrá, hurráaaaaaaa, Las Palmas, Las Palmas, y nadie mássss!!!!
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